Source: El Pais
Date: 20 February 2007

Daniel, el hombre que "de carambola" sumó 110 años

photo of Daniel Guzman
Su longevidad, asegura Daniel, se la debe a las caminatas, la comida balanceada y la vida tranquila. Ahora vive en el barrio Capri, al sur de la ciudad, con su hija menor, Gloria.
Foto: Áymer Álvarez I El País

Este hombre que fue alcalde, seminarista y torero asegura que las caminatas diarias y la buena alimentación le han prolongado la vida. En 1928 creó un periódico en Villahermosa y en 1935 llevó por primera vez la radio. Ahora tiene 9 hijos, 19 nietos y 18 bisnietos.

Por Rafael Arellano. Reportero de El Pais

Torero, seminarista, alcalde. Daniel Guzmán García ha hecho de todo. Pero sin duda, su más importante logro ha sido convertirse en el patriarca de cuatro generaciones con 9 hijos, 19 nietos, 18 bisnietos y un tataranieto en camino.

Daniel tiene 110 años, ha pisado tres siglos y pronto podría entrar a la lista de las diez personas más longevas del mundo.

La historia de este aventurero se inició el 6 de febrero de 1897, cuando nació en Villahermosa, Tolima. “De mi infancia recuerdo muy poco, pero puedo asegurar que fui feliz. Me encantaba vivir en el campo. Nunca peleaba con nadie”, relata.

Aunque su memoria suele jugarle malas pasadas, aún recuerda su paso por el seminario y cómo, gracias a su talento en el billar, pagó su carrera de Derecho.

Ahora, al llegar a los 110 años, luego de haberse tomado muchos aguardientes y de fumarse uno que otro cigarrillo, dice que una operación de la próstata, la tranquilidad, la fe y las caminatas le han alargado la vida.

El secreto. Hace más de 30 años Daniel tuvo que ser operado de la próstata y desde entonces dice, ha gozado de una salud asombrosa y no ha pisado de nuevo un hospital. La comida balanceada y la vida tranquila, asegura, han hecho de él “un hombre de aguante”.

“Todos los días me levanto a las 5:00 a.m. le rezo a la Virgen, pido por mi familia, me baño, me visto, desayuno y luego salgo a caminar con mi hija Gloria”, comenta. Y es que para él, poder disfrutar en la mañana de una arepa con chocolate y cada viernes en la tarde de una buena bandeja paisa, es un aliciente más para querer vivir otros cuantos añitos.

Aunque sus hijos temían que Daniel no superara la muerte de su esposa Julia Rosa, ocurrida el 17 de diciembre de 1994, ese amor que le tributó a su compañera durante 64 años, ahora se lo brinda a sus nietos y bisnietos.

Sus Facetas. De familia conservadora, antes de cumplir los 20 años, en 1917, Daniel Guzmán decidió entrar al seminario. Pero su estadía ahí duró poco, pues se enamoró de una de sus primas y decidió “colgar el hábito”.

Esa primera relación no le resultó. Poco después se enamoró de otra prima, pero las normas sociales de la época le impidieron formalizar su nuevo amor. Cuenta su familia que años después las dos mujeres se convirtieron en monjas (¿por despecho?).

Su voluntad recia lo llevó a estudiar derecho, pero no tenía los recursos para pagar la carrera. Así que sacó partido de su talento para el billar y realizó apuestas con sus amigos, de las cuales siempre salió victorioso. Con el dinero recaudado a punta de carambolas estudió y se convirtió en abogado penalista.

Pero la juventud de Daniel no sólo giró entre códigos, tacos y amores. Otras pasiones también lo ocuparon.

“Fui torero durante varios años en mi pueblo y me enfrenté a muchos toros. Ellos me respetaban”, dice Daniel. Aunque su memoria hace saltos en el tiempo para contar su historia, los recuerdos de las plazas donde desafió a la muerte aún se aferran a su mente.

Pero, además de torero, fue fabricante de licores. “Durante varios años mi padre hizo su propio licor y lo vendía a los vecinos y establecimientos del pueblo”, relató Gloria, su hija.

“La caja sonora”. A los 34 años, un 27 de abril a las 4:00 a.m., Daniel se casó en secreto con Julia Rosa Marín. De ese amor, nacieron doce hijos, de los cuales nueve aún viven; cinco hombres y cuatro mujeres.

Antes de llegar a Cali, en 1974, Daniel, el hombre que no se baja su traje y es devoto del Divino Niño, dejó huella en Villahermosa, su pueblo. Allí fundó, en 1928, el periódico La Luz y en 1935 fue reconocido por ser el primer hombre en llevar la radio al pueblo. “La caja sonora”, que sorprendió a muchos fue su oportunidad de negocio.

“Cuando la gente se dio cuenta que había algo extraño en ese nuevo aparato, muchos pagaban por sentarse en la sala de su casa y escuchar a las personas que narraban historias y se informaban con situaciones locales”, recuerda Nelly Guzmán, su segunda hija.

En las manos y el rostro de este hombre amante de los boleros y el bambuco se refleja su paso por tres siglos. Él, que dice haber votado por más de 20 presidentes, sostiene que no hay como la política de antes, comprometida con las causas sociales. Por eso, cuenta con orgullo que fue alcalde de Villahermosa en los años 30.

Daniel es un ejemplo de vida y de fortaleza para su familia. Un patriarca que ahora espera tranquilo su tataranieto y ser recompensado con su ingreso a la lista de las diez personas más longevas del mundo.

Datos curiosos

Daniel es el único miembro de su familia (materna y paterna) que sigue con vida.

A finales de los años 30 fue condecorado como el mejor juez penal del pueblo, por el Tribunal Superior de Ibagué.

Daniel habla Francés, Griego y Latín. (Aunque algunas palabras se le han olvidado).


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Marie-Louise Meilleur (1880-1998)

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